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Consejos para aplicar home staging y vender en tiempo récord

Hacer de la vivienda un hogar cómodo, despersonalizado y deseable para cualquiera son algunas de las claves del home staging, la técnica de marketing inmobiliario que permite reducir considerablemente el tiempo de venta de un inmueble obteniendo los mejores resultados


En un mercado con mucha competencia como es el de la venta de inmuebles, hacer de nuestra vivienda un objeto de deseo y que el potencial comprador la visualice como su hogar desde el primer momento puede marcar la diferencia. Es lo que conocemos como home staging, una práctica que no solo puede suponer un aumento del precio de venta de nuestra casa, sino que puede permitirnos venderla en un tiempo récord. Más allá de la decoración, el home staging es toda una apuesta por el marketing inmobiliario. Nos permite hacer de nuestra vivienda un hogar que el comprador desee disfrutar, a la vez que resaltamos sus puntos fuertes y disimulamos sus debilidades. De este modo permite reducir considerablemente un proceso de venta que, en otras circunstancias, podría prolongarse durante meses. Si pensamos en el tiempo que puede ahorrarnos vender nuestra vivienda de forma rápida, la importancia de vender en tiempo récord si estamos planeando comprar otro inmueble y las rebajas en el precio que muchos vendedores acaban aplicando cuando la venta de su casa se complica y se alarga, no es de extrañar que el home staging se haya convertido en una técnica de moda que, lejos de ser pasajera, ha llegado para quedarse.


Despersonalizar y minimizar

La despersonalización de la vivienda que queremos vender es el punto de partida fundamental para hacer de nuestra casa una compra apetecible. Cuando visitamos un inmueble en venta nos gusta imaginarnos cómo sería nuestra nueva vida en él, cómo lo decoraríamos o qué función le daríamos a cada espacio. Y para permitir que el potencial comprador se visualice en su futura casa el primer paso es eliminar todo aquello que entorpece ese ejercicio. Es recomendable eliminar los objetos y fotos personales, así como toda la decoración anticuada o demasiado subjetiva, que no tiene por qué corresponderse con la imagen que el comprador de su futura casa espera. Es mejor sustituirla por decoraciones y tendencias neutras, de las que puedes obtener muchos ejemplos en internet o mediante el asesoramiento de expertos en la materia. Junto con la parte decorativa, es importante que te deshagas también del resto de objetos personales que haya en la vivienda. No basta con almacenarlos en los armarios, ya que tus visitas querrán verlos despejados, y la imagen de falta de espacio que produce verlos llenos de enseres no juega a tu favor.


Espacio y luz

El home staging puede practicarse con viviendas tanto vacías como amuebladas. Pero es muy habitual que nos veamos en la obligación de mostrar nuestra casa aún con muebles. Además de deshacernos de los enseres personales, es recomendable que intentemos hacer todo el espacio posible y es especialmente importante que quitemos, aunque sea temporalmente, los muebles que entorpecen el movimiento. Quizá es buen momento para deshacerse de esa mesita o esa estantería a la que no le das uso o que se encuentran en mal estado. Por otro lado, la luz es otro aspecto fundamental que influye en nuestra percepción de una vivienda en venta cuando realizamos una visita. Y aquí entra también en escena nuestra capacidad de disimular los puntos débiles de la casa y potenciar los fuertes. Si tu vivienda tiene una estupenda iluminación natural, intenta enseñarla a una hora del día en que el comprador pueda apreciarla, y abre cortinas y ventanas. Si le falta luz, puedes recurrir a lámparas ubicadas de forma estratégica, otras de las herramientas más usadas por los home stagers. Los espejos son otra fuente de luz que pueden ayudar a que tu casa parezca más grande. Igualmente, los colores neutros y naturales en las paredes darán más iluminación a las estancias. Por supuesto, pintar la vivienda y hacer una limpieza a fondo son dos tareas que resultan tan recomendables como efectivas para aportar un valor añadido al inmueble de cara a la venta.


Cuidar cada estancia

Aunque los potenciales compradores puedan tener gustos diferentes, la cocina y el baño son probablemente las dos estancias de la casa en las que más se van a fijar a la hora de decidirse. Son, además, las dos estancias de la casa que más evidencian su antigüedad y las que más acusan el paso del tiempo, por lo que es muy importante la impresión que generes con ellas. Tanto en la cocina como en el baño, aplica la máxima minimalista del menos es más: deshazte de los objetos personales y poco útiles y en su lugar coloca otros decorativos y funcionales. Una limpieza en profundidad, así como arreglar los desperfectos en los muebles pueden ser suficientes para cambiar por completo su aspecto. Si lo consideras necesario puedes emplear también pintura para azulejos en tonos más neutros y luminosos que los actuales, o pintar incluso los muebles para que den una mejor imagen. Haz del baño un espacio limpio y relajante, tanto con la decoración como con ropa de baño blanca; puedes jugar también con el mimbre o la madera para dar un toque de calidez. Mientras, en la cocina, mejor esmerarse por crear un espacio funcional y ordenado. De los dormitorios tu comprador espera un ambiente cómodo y pensado para descansar: elimina excesivos objetos y muebles, el televisor, los objetos de gimnasia, el ordenador y cualquier otra cosa que haga referencia al trabajo. Plantas, alfombras, almohadones o cestas son algunos de los objetos que puedes emplear como toque final para convertir tu casa en un hogar atractivo y deseable para cualquier comprador.


Fuente: Leo Noticias

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